Existen dos técnicas alternativas para la reconstrucción fotogramétrica 3D.
La
primera, basada en la restitución individual de puntos es la que mayor
tiempo exige y menor número de puntos nos brinda, si bien, nos permite
un control del proceso y una estimación de los errores (e.m.c). Puede
ser interesante para su aplicación en diferentes sectores productivos
siempre que tengamos claro que serán medidas puntuales en puntos
concretos del objeto, no siendo válido para una reconstrucción 3d
completa.
La segunda opción es la generación de modelos 3D mediante programas
de correspondencia de imágenes. Pese a que aquí hablaremos de hasta
millones de puntos obtenidos por correlación, el control de la calidad
en los puntos es escaso, mayor en el caso de terrenos, donde podemos
realizar un apoyo topográfico. Esta metodología tiene bastantes
limitaciones en cuanto a textura del objeto e iluminación y en
especialidades como la mecánica, presenta el problema añadido de crear
superficies complejas no asociadas a primitivas geométricas, con lo que
su tratamiento resulta bastante complejo. Otro problema adicional es la
presencia de ruido, que se manifiesta como una irregularidad en las
superficies lisas del objeto y que distorsiona su forma original.
Esta tecnología, es básicamente la que emplean los escáner 3D por medio de patrones de luz estructurada.
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